Para entrar en la dimensión de Fuerza Bruta solo es necesario un requisito: dejarse llevar por los sentidos. El show no ha comenzado y ya nos sentimos partícipes del mismo. La música y el ambiente de la pista del Price nos invitan a mezclarnos con el público -muy diverso, por cierto- e iniciar este viaje hacia lo nunca visto.
Las luces se apagan y... comienza la diversión. Nos disponemos a acompañar a un misterioso personaje vestido de blanco que aparece en escena en este vibrante e impactante viaje sin límites en el que la realidad y la ficción se dan la mano para sorprendernos. Es el momento de abandonar las preocupaciones y dejarnos llevar.
Acrobacias aéreas, carreras e intensas coreografías imponen el ritmo a este intenso espectáculo del que formamos parte y al que somos invitados a participar; un show envolvente en el que todo está permitido.
Los minutos pasan volando. De repente las luces se apagan. El silencio es interrumpido por el sonido del agua. La luz de un foco aparece sobre nuestras cabezas y del techo comienza a descender una piscina en la que vislumbramos varios cuerpos femeninos contorneándose y deslizándose. Poco a poco se acerca hasta que se sitúa sobre nosotros. Una fina lámina transparente -que podemos y debemos tocar- nos separa de ese sueño, el sueño de Fuerza Bruta. Poco a poco nos disponemos a volver a la realidad, aunque antes nos queda una sorpresa final que, mejor que contarla, os invito a descubrir.
Fuerza Bruta. Hasta el 23 de octubre en el Teatro Circo Price. Venta de localidades en entradas.com y en taquilla.
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