¿Cuál es el mejor remedio para la depresión? Sin duda alguna, las risas: reírse con todo y de todo… hasta de uno mismo. Pues, precisamente, eso es lo que hacen sobre el escenario las dos protagonistas de La gran depresión: Loles León y Bibiana Fernández. Aunque la primera de ellas no es que sea santo de mi devoción –su interpretación suele ser la mayoría de las veces un poco forzada y ordinaria-, en esta ocasión el tándem que hace con Bibiana Fernández ha dado muy buen resultado.
Dos mujeres con vidas totalmente distintas: una que rinde culto al cuerpo y que no acepta el paso de los años –os podéis imaginar quién es- y la otra para la que la palabra culto solo va asociada a los placeres gastronómicos –no hace falta más detalles ¿no?-, pero las dos con un problema en común: la no aceptación de sus vidas y el frustrado intento de maquillarlas.
Divertida comedia en la que tanto Bibiana como Loles se muestran tal como son, aunque en el folleto se hayan pasado con el photoshop hasta tal punto que no parecen ni ellas!!!!! Sin pelos en la lengua se atreven con todo y hasta llegan a interpretar varias canciones a lo largo del montaje dejando claro que lo mejor es que sigan dedicándose a interpretar.
Un buen plan éste del que si pasáis por Madrid vais a poder disfrutar en el teatro Infante Isabel (Calle Barquillo. Metro Sevilla). Merece la pena no perdérselo, no solo por el montaje en sí, sino también por el teatro… ¡Arriba el telón!
No hay comentarios:
Publicar un comentario