Pues sí, no todo en este verano va a ser tirarse en la playa a tomar el sol -los que puedan- o derretirse sobre el asfalto -los que no nos queda otra-, también se puede sacar un hueco para la lectura. Yo, la verdad, es que llevo un mes que no paro. Algo bueno tiene que tener disponer de un poco más de tiempo libre...
La primera recomendación ya la hice: Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo, de los libros de Albert Espinosa. Un libro muy interesante que deja con ganas de más, no tanto por la historia, sino por los mensajes que transmite. Por cierto, mucho más recomendable este libro que el nuevo que ha publicado, Si tu me dices ven lo dejo todo, pero dime ven. La verdad es que la historia de este último sigue la línea del anterior -un punto surrealista- pero, a mi entender, faltan mensajes.
Otra recomendación, y ésta sí que es interesante es El tiempo entre costuras, de María Dueñas. Una historia bien construida, muy bien localizada y que engancha desde la primera página. Aunque el tema que trata no es nada novedoso -Guerra civil y años de la postguerra- la forma de contarlo sí que lo es-. Una visión distinta de la época y una aunténtica historia de superación.
Y el último libro también me ha enganchado bastante. Ha sido superventas en Francia y ahora lo está siendo en España. Ya me habían hablado mucho de Los ojos amarillos de los cocodrilos, de Katherine Pankol y, tras leerlo, puedo decir que ha cumplido las expectativas. Al principio cuesta un poco centrarse en la historia, ya que hay muchos personajes, pero pronto te metes hasta tal punto que parece que estás viendo una película. Estoy seguro que no tardaremos mucho en ver esta historia en el cine. Mientras tanto, yo seguiré leyendo la segunda parte, El vals lento de las tortugas. Ya os contaré...
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