El pasado fin de semana tuve la ocasión de asistir a un evento organizado por Caser en la Plaza de Felipe II, junto al Palacio de los Deportes, en el que estuvo presente Marc Gasol, hermano de Pau, jugador de la NBA y de la selección española de baloncesto. A pesar de la imparable carrera del hermano mediano de los Gasol sorprende ver la sencillez, e incluso en algunas ocasiones timidez, con la que se presenta ante las cámaras y el público.
Muchos de los allí presentes no alcanzaban en estatura a Marc ni a la cintura, pero todos se sabían su nombre, a qué se dedicaba, y tenían claro que en el futuro querían ser como él. Durante el encuentro que mantuvo con el público, algunos de los pequeños sorprendieron con sus preguntas. Les interesaba saber cómo es eso de la NBA; si se sienten nervios durante un partido; cómo ha llegado Marc Gasol a jugar en la selección española y en la NBA; cómo es su relación con los compañeros de equipo; e incluso si hay que beber una determinada marca de leche para crecer como él -este pequeño tendría algún familiar trabajando en esa compañía o simplemente buscaba armarse de razones para negarse a tomar el vaso de leche durante el desayuno-, cuestiones a las que Gasol respondió con simpatía. Lo dicho, todo un ejemplo para estos pequeños.
La nota negativa de la jornada la pusieron algunos de los padres. Mientras que los pequeños aceptaban con deportividad la derrota en el mini campeonato de street basket que se celebró, muchos de los padres sacaron su lado más competitivo y bochornoso al creerse que sus hijos estaban disputando la final del europeo y no un simple campeonato infantil. En definitiva, esperemos que muchos niños y niñas sigan los consejos de grandes como Marc Gasol y no los de sus padres porque, de ser así, menudo futuro les espera...
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