Un ministro de Industria corrupto, una vendedora a domicilio, una prostituta, un marido sicario, y un padre con problemas de movilidad son los personajes de Fuga, un montaje en el que nadie, o casi nadie, es quien parece.
La obra transcurre en un acomodado chalet de la capital por el que el ministro de Industria -interpretado por José Luis Gil- se ha visto obligado a dimitir y le lleva a plantarse el suicidio. Pero antes de irse de este mundo el ministro quiere hacer "algo gordo" -como si aún no le pareciera bastante lo que ha hecho- y decide "echar una cana al aire" con una prostituta. Mientras que espera a ésta -Kira Miró- irrumpe en su casa una vendedora a domicilio -Amparo Larrañaga- que hará cambiar el curso de los acontecimientos. A partir de aquí comienza la acción en este disparatado montaje en el que nada ni nadie es lo que parece ¿o sí? y al que también se apuntan el marido de la vendedora y el padre de ésta.
Bajo la dirección de Tamzin Townsend llega al escenario del Teatro Alcázar, por segunda temporada consecutiva, esta obra que trata un tema de mucha actualidad como es la corrupción en el mundo de la política.
Una gran interpretación del cuadro de actores, encabezados por Amparo Larrañaga y José Luis Gil, que se valen de las surrealistas situaciones que interpretan para conseguir la sonrisa del público al que hacen creer que las cosas se sucederán como ellos piensan ¿o no?
Nada mejor que descubráis por vosotros mismos cómo termina y si finalmente hay Fuga o no.
Fuga. En el Teatro Alcázar. Hasta fin de temporada.
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