Atravesamos las puertas del Teatro Circo Price para emprender un viaje hacia un lugar mágico y desconocido en el que todo es posible, al menos en Navidad. Tomamos asiento y nos disponemos a emprender este viaje para el que tan solo es necesario tener a mano el pasaporte de la ilusión.
Un peculiar payaso irrumpe en escena y comienza a sonar la música, pero no es una melodía cualquiera, es la melodía de un reloj; un carrillón que, lejos de avanzar en el tiempo, retrocede hasta la más tierna infancia de los espectadores -ni que decir tiene que muchos de los presentes aún disfrutan de ella-. El engranaje de esta maquinaria comienza a moverse y empieza nuestro viaje.
Los primeros en salir sobre la pista del Price son los chicos de la Compañía Habana que a ritmo de mambo protagonizan un sorprendente número sobre la barra rusa en el que la expresión "más difícil todavía" se queda corta. Las caras de asombro son más que patentes -no solo en los más pequeños- y los cubanos arrancan los primeros aplausos.
No son los únicos que nos van a dejar con la boca abierta, ya que por la pista del Price desfilan artistas de distintas disciplinas, no solo de nuestro país, sino también de medio mundo. Desde Brasil , Olimecha Family, hacen piruetas imposibles sobre la cáma elástica y dan paso a la música oriental al son de la cual realizan los ejercicios de contorsionismo la Troupe acrobática Hebei. Y si las figuras realizadas nos parecen increíbles, aún nos queda por ver a la española Graziella Galán que nos presenta su particular visión del mundo que nos deja aún más sorprendidos.
El viaje continúa, pero antes tenemos que hacer un pequeño alto en el camino para retomar fuerzas para la recta final que será intensa.
Reanudamos la marcha, pero lo hacemos desde las alturas, concretamente desde el trapecio de los rusos The flying Nikolaeva. El ritmo de las pulsaciones aumenta y nuestro corazón está al borde del colapso, pero tenemos que controlarnos porque aún nos quedan muchas emociones fuertes por delante.
De nuevo nos trasladamos a Oriente con los movimientos casi imposibles del diábolo de Tempei Arakawa. Si a muchos nos parecía difícil controlar los dos palillos con un solo diábolo, más nos sorprendemos aún cuando vemos cómo este joven maneja a la perfección no uno, sino dos. Pero no es el único que nos sorprende con sus movimientos, ya que la Troupe Acrobática Hebei vuelve a escena con sus equilibrios con tazas. Ellos son la antesala del Dúo Guerrero de Portugal que nos dejan con la boca abierta sobre el cable alto y son los encargados de anunciarnos que nuestro viaje llega a su fn. Es hora de despedirse y despertar de este sueño mágico que nos vuelve a recordar, un año más, que todo es posible, al menos en Navidad.
¿Quieres circo? Price en Navidad. Del 3 de diciembre al 15 de enero. Teatro Circo Price
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