martes, 3 de enero de 2012

No todos los príncipes tienen que ser azules

El paso de los años es algo que no solo se hace notar en las personas, en los edificios, en las ciudades... también los podemos comprobar en los montajes teatrales. Este es el caso de La Cenicienta, el clásico de Perrault que vuelve a los escenarios en una versión musical interepretada por La Ratonera Teatro.

En Cenicienta, la mayor historia jamás contada tenemos un buen ejemplo de cómo los tiempos han cambiado. La historia de Cenicienta, la joven muchacha que encuentra a su príncipe azul en un mágico baile, se adapta a nuestra época huyendo de los tópicos de este cuento para poner de relieve valores como la amistad, el respeto, el trabajo...

El montaje, con una estética muy similar a la del circo antiguo, nos cuenta la historia de una compañía de cómicos ambulantes -Le Petit Théâtre- que recibe el encargo de poner en escena este clásico de la literatura infantil, encontrándose en el camino con toda una serie de contratiempos para cumplir con su objetivo.

Con una divertida puesta en escena el reparto de actores, encabezado por Andrea de Pablos y Alberto Frías entre otros, demuestra que los clásicos también pueden y deben renovarse y se presenta, en esta ocasión, como un homenaje a todos aquellos que se dedican a hacer reír y soñar al público.

Cenicienta, la mayor historia jamás contada. Teatro Fígaro. Todos los fines de semana de enero. Funciones especiales para los días 3 y 4.

No hay comentarios:

Publicar un comentario